Salsa de tomate casera fácil y deliciosa

"La mejor salsa de tomate para pasta, pizza y más"


La salsa de tomate es una salsa básica en la cocina italiana. Se puede usar para hacer pasta, pizza, lasaña y muchos otros platos. La salsa de tomate casera es fácil de hacer y tiene un sabor mucho mejor que la salsa de tomate comprada en la tienda.
Esta receta de salsa de tomate casera solo requiere unos pocos ingredientes simples y se puede hacer en 30 minutos. La salsa es espesa y sabrosa, y perfecta para cualquier plato italiano.
"Salsa de tomate casera con solo 5 ingredientes"

Ingredientes:
1 kg de tomates maduros
1 Calabacín 
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
1 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de pimienta negra
1/4 cucharadita de orégano seco
1/4 cucharadita de albahaca seca

"Salsa de tomate casera que se puede hacer en 30 minutos"

Instrucciones:
Lava y pela los tomates. Córtalos por la mitad y retira las semillas.
En una olla grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Agrega el calabacín y cocina hasta que esté suave, aproximadamente 5 minutos.
Agrega los tomates, la sal, la pimienta, el orégano y la albahaca. Lleva a ebullición, luego baja el fuego y cocina a fuego lento durante 30 minutos, o hasta que la salsa se espese.
Retira del fuego y deja enfriar.
La salsa se puede usar inmediatamente o almacenar en el refrigerador hasta  una semana.
Consejos:
- Para obtener una salsa más espesa, puedes triturar los tomates con un tenedor o una licuadora antes de cocinarlos.
- Puedes agregar otras hierbas a la salsa, como perejil, tomillo o romero.
- La salsa de tomate se puede usar para hacer pasta, pizza, lasaña, sopas, guisos y más.
- La salsa de tomate se puede congelar. Para congelarla, sigue estos pasos:
Deja que la salsa se enfríe completamente.
Reparte la salsa en recipientes herméticos o bolsas de congelación.
Etiqueta los recipientes o bolsas con la fecha.
Guarda la salsa en el congelador durante hasta 6 meses.
Para descongelar la salsa, colócala en el refrigerador durante la noche o déjala descongelar a temperatura ambiente durante unas horas. Cuando la salsa esté descongelada, puedes usarla en tus recetas favoritas.
Aquí tienes algunos consejos para congelar la salsa de tomate:
No llenes demasiado los recipientes o bolsas de congelación. Esto evitará que la salsa se expanda y se derrame.
Deja un poco de espacio libre en la parte superior de los recipientes o bolsas para que la salsa se expanda cuando se congele.
Etiqueta los recipientes o bolsas con la fecha para saber cuánto tiempo llevan congelados.
Cuando descongeles la salsa, déjala descongelar lentamente en el refrigerador o a temperatura ambiente. Esto ayudará a evitar que se seque o se vuelva acuosa.
Congelar la salsa de tomate es una excelente manera de guardarla para más tarde. Esto es especialmente útil si tienes muchos tomates maduros o si haces una gran cantidad de salsa de tomate a la vez.

"La salsa de tomate casera que siempre querrás tener a mano"
¡Que aproveche!


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