La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado cancerígena la carne procesada, en el mismo grupo que el tabaco, la radiación solar, el amianto, o el plutonio. La carne roja, por su parte, entra en el grupo de los compuestos probablemente cancerígenos: hay evidencias, pero no pruebas concluyentes.
La Organización de consumidores y Usuarios (OCU) explica en su web la verdad sobre este informe de la OMS, huyendo del alarmismo para invitarnos a actuar con sentido común.
Otros alimentos como las frituras, el alcohol o el tabaco hace tiempo que se han incluido en el grupo 1 o 2A, y seguimos consumiéndolos con normalidad.
La OCU aconseja seguir estas reglas:
Tomar carne roja un máximo de 2 o 3 veces por semana.
Evitar la carne procesada, especialmente ahumados.
No cocinarla en exceso. La carne poco hecha puede contener microorganismos, pero si está muy tostada el riesgo aumenta por la presencia de benzopirenos.
Mantener una dieta equilibrada: comer carne, pescado, legumbres, frutas y verduras combinándolas a lo largo de la semana.
[Fuentes: OCU y computerhoy]
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